Peralta de la Sal es una villa situada en las inmediaciones de la Sierra de la Carrodilla, a orillas del río Sosa, rodeada de bellos paisajes y bosques de olivares, pinos, encinas y almendros. En el pasado la actividad económica por excelencia era la explotación de sal. De allí su nombre

Recorriendo sus calles descubrirás casas señoriales, construidas en la época del esplendor del lugar. Dentro de su patrimonio histórico destacan:

• La Iglesia de Santa María de la Asunción, un bello templo barroco del siglo XVII.
• El Santuario de José de Calasanz de Peralta de la Sal.
• El Castillo de la Mora, restos de una antigua fortaleza de origen romano, ubicado a 2 km al sur del pueblo.
• Las salinas milenarias y su playa fósil. Entre Calasanz y Peralta de la Sal se encuentran los restos de una playa fósil del Oligoceno, con una data de, aproximadamente, unos 35 millones de años. Es una de las salinas más antiguas de España y se explotó desde la Edad del Bronce antiguo hasta el siglo XX. Aún se conservan 353 eras de distintos tamaños en las que se precipitaba la sal.

En Peralta de la Sal los senderistas pueden disfrutar de varias rutas interesantes, entre estas:

• Calasanz, Peralta de la Sal.
• Peralta de la Sal, Castillo de la Mora.
• Peralta de la Sal, Barranco de Gabasa.

Calasanz es el núcleo de población más antiguo de La Litera. Actualmente su población es de 51 habitantes. Sus sinuosas calles conservan la esencia medieval de los antiguos poblados de montaña, teniendo casas señoriales de los siglos XVII y XVIII, puertas doveladas y fachadas de piedra decoradas con la heráldica familiar. Su ubicación en lo alto de una colina permite el disfrute de bellísimas vistas del entorno. En Calasanz debes visitar:

• La Iglesia parroquial de San Cipriano, un bello templo de piedra sillar estilo renacentista del siglo XVI.
• El Castillo de Calasanz, del que se conservan las ruinas de una estructura defensiva del siglo X sobre una cima, en el punto más alto del pueblo.
• La Ermita de San Bartolomé, que se encuentra junto a los restos del castillo y es una construcción del siglo XII.
• Otros monumentos de interés son la ermita de La Ganza, la fuente que abastecía al pueblo de agua, un pozo de hielo.

Gabasa, se encuentra rodeada de encinas, olivos y chopos en un la margen derecha del Barranco de Gabasa y su población es de 21 habitantes.

El pueblo de Gabasa tiene calles estrechas y casas tradicionales y de estilo rural en torno a una gran roca que ocupa el centro del pueblo y que tiene nombre propio, le llaman Migdía o roca del medio día sobre la cual quedan los restos de una antigua estructura defensiva.

La iglesia de San Martín del siglo XII es la protagonista de su patrimonio religioso y en Gabasa se encuentran las cuevas de los Moros, dos cavidades en las que fueron hallados los restos humanos más antiguos de Aragón, cuya data se atribuye al Paleolítico.

Al este de Gabasa, parte del barranco cuenta con un bellísimo sendero que discurre entre una frondosa vegetación compuesta por nogales, chopos, sauces, lombardos y un salto de agua. Un bosque en el que es posible avistar tejones, ardillas, ginetas y corzos.

Cuatrocorz es prácticamente una aldea; es el pueblo más pequeño de los que componen Peralta de Calasanz. Está situado en las inmediaciones de la Sierra de Carrodilla y se estima que en él habitan, regularmente, sólo dos personas.

Las calles del pueblo cuentan con pocas casas, cada una tiene nombre propio y la arquitectura es la típica de la región. Tradicionalmente se dedicaban a la alfarería y su iglesia parroquial lleva el nombre de San Pedro. Es un templo del siglo XVIII.

A las afueras del pueblo se encontraban los hornos donde se cocían las piezas de alfarería y los restos de una antigua ermita en honor a Santa Justa y Santa Rufina.

Cuatrocorz está en la ruta que conduce por el sendero GR-23 y recorre Alcampell, Peralta de la Sal y Baélls.

La gastronomía de Peralta de Calasanz es la típica de Aragón. Los platillos que puedes degustar en sus cocinas incluyen: Ternasco de Aragón, jamón de Teruel, longaniza, queso de Tronchón, bacalao ajoarriero, coca de trempó, sopa de ajo y alguna copa de vino de denominación de origen Somontano.