Ilche, junto con sus núcleos de Fornillos, Monesma, Morilla, Permisán y la ahora despoblada Odina, es una cabecera municipal con un valioso patrimonio histórico. Al explorar sus calles y alrededores, se revelan construcciones que atestiguan su pasado, incluyendo iglesias, ermitas, palacios, aljibes (como Ricamora y Las Planas en Permisán), tumbas antropomorfas (en Morilla), el yacimiento de las Coronas (en Fornillos) y pozos fuentes, entre otros vestigios.

En particular, los pozos fuente son destacables, con uno en Monesma de San Juan que captura agua mediante escaleras y una bóveda situada a cinco metros de profundidad.

En términos históricos, Ilche ha estado bajo el dominio de diversos señores, reyes y órdenes hospitalarias. Entre sus momentos cruciales, en 1283 pertenecía a Blasco de Huerta, mientras que en 1399, el rey Martín I de Aragón protegió a Ilche, que era propiedad de la orden de San Juan del Hospital. A lo largo de los años, cambió de manos varias veces hasta estar tutelado por el Señorío de las Órdenes en 1785. En 1845, se fusionó con Fornillos, Morilla y Permisán, y luego con Monesma de San Juan entre 1857 y 1873, formando el municipio actual de Ilche.

El entorno arqueológico es rico, con la vía romana entre Ilerda y Osca cerca, con vestigios aún visibles. Se encontró un miliario fragmentado en el municipio, ahora exhibido en el Museo de Zaragoza. En Peña Mateta, subsisten rastros de un antiguo asentamiento romano.

En cuanto a la Ruta de los Pozos Fuente de Guara Somontano, Monesma de San Juan, integrado en Ilche, participa en esta ruta que conecta cinco pueblos y resalta la ingeniería de los pozos fuente, cámaras abovedadas que almacenaban agua para uso humano y animal. El pozo fuente de la cabañera de Monesma de San Juan se usaba tanto para lavar como para abrevar el ganado, ilustrando su importancia para la comunidad.