Castillonroy

Castillonroy, Huesca

Castillonroy

Castillonroy, Huesca


Qué ver en Castillonroy

El término «Castillonroy» tiene su origen en la tradición oral y escrita, respaldada por antiguos pergaminos en la Corona de Aragón. El nombre deriva de «Castellon-roy», que significa «castillo rojo», en referencia a la configuración geográfica de su territorio. Esta interpretación se refleja en el escudo de armas del lugar, que presenta tres castillos en campo rojo.

Aunque los primeros documentos que mencionan Castillonroy datan del siglo XI, rastros arqueológicos indican asentamientos desde el II milenio a.C. Se encuentran vestigios neolíticos, ibéricos y romanos, como cerámicas y pinturas rupestres. Del periodo de la Edad del Hierro, se descubrieron ollas y cerámicas íberas en la cueva de les Guaries, evidenciando asentamientos estables.

Los íberos poblaron la zona en lugares estratégicos para defensa, como el asentamiento de Monderes. Los romanos también dejaron su huella, como una moneda del emperador Tiberio Claudio hallada en Les Solanes. Los musulmanes dominaron hasta la reconquista en 1091. Desde el siglo VIII hasta entonces, Castillonroy cambió de manos en varias ocasiones, incluyendo donaciones a entidades religiosas y ser parte del Señorío de Castro.

En su historia, el castillo de Castillonroy tuvo un rol importante. En el año 975, una revuelta liderada por desertores musulmanes y la población mozárabe se alzó contra el Caíd de Lérida. Tras un asedio, la población se rindió al Caíd. Durante la Guerra de Sucesión, la localidad fue saqueada por tropas de Felipe V en 1706.

El siglo XIX trajo conflictos como la guerra de Independencia, la ocupación francesa y las guerras carlistas. En 1874, Castillonroy fue escenario de enfrentamientos entre facciones carlistas y brigadieres. La Guerra Civil de 1936 dejó huellas, ya que la población estuvo en manos republicanas hasta 1938.

El patrimonio arquitectónico incluye la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, construida en el siglo XVIII con retablos que fueron destruidos en la Guerra Civil. La Ermita de San Salvador se encuentra en los restos de un antiguo castillo templario y alberga una romería tradicional. La Basa de la Teulería, una balsa transformada en parque natural, es otro lugar de interés. El Museo Etnológico Casa Farratón muestra la vida cotidiana a través de objetos y el mirador El Carro ofrece vistas panorámicas.

Castillonroy también ofrece rutas señalizadas para explorar el entorno a pie, brindando paisajes y una experiencia enriquecedora. En conjunto, la historia y los elementos culturales y naturales de Castillonroy reflejan su evolución a lo largo de los siglos.

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