Salas Bajas

Salas Bajas, Huesca

Salas Bajas

Salas Bajas, Huesca


Qué ver en Salas Bajas

La historia y origen de Salas Bajas se centran en la ermita del Plano, donde se hallaron restos de mosaicos romanos. Las primeras menciones datan de 1095, mencionando el lugar de Salas. Siglos después, en el XIII, Jaime I vendió Salas de Suso y Salas de Yuso a Ozenda de Vacay, pero en 1295 volvieron a ser del rey. En 1349, Pedro IV confiscó Salas Bajas de Arnaldo de Azlor y se la otorgó a Jimeno de Aibar. En el XV, Rodrigo de Rebolledo de Palafox poseía estos lugares, pasando por varias generaciones. En el siglo XVI, era de Guillén de Palafox. El nombre actual, Salas Bajas, se registró en 1646.

El caserío alrededor de la Calle Mayor contiene casas de los siglos XVI al XVIII, algunas con portadas populares de ladrillo y otras con grandes casonas solariegas con escudos heráldicos, indicando nobleza.

La parroquia de San Vicente Mártir, de estilo barroco tardío, se construyó en el siglo XVIII y es amplia. Un camino conduce a una fuente típica del Somontano y a la ermita de la Virgen del Plano, que se erige en un antiguo sitio de villa romana. La ermita tiene un porche con columnas pareadas y conserva teselas de mosaicos antiguos en sus alrededores.

La industria vitivinícola, en particular la Bodega Enate, ha revitalizado a Salas Bajas. La bodega combina modernidad, diseño y tecnología para producir vinos excepcionales. Su visita ofrece una experiencia sensorial que combina vino y arte.

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