La iglesia presenta una placa de forja con la fecha 4-12-85, en la que fue constituida. Nos encontramos en una estructura rectangular con un pequeño porche y un ábside semicircular de menor altura en la cabecera. Construida sobre un zócalo de mampostería, sus muros son revocados y pintados de blanco, destacando las líneas de ladrillo a cara vista. Los vanos de iluminación predominantes son arcos de medio punto de ladrillo. La fachada es un hastial liso con esquineras de ladrillo, un vano triple y una espadaña. En las cubiertas prevalecen las tejas árabes. El porche es pequeño y abierto, con un arco de medio punto rebajado. El interior cuenta con una bóveda de cañón, un arco triunfal y un presbiterio con bóveda de cascarón. El entorno incluye una puerta de entrada, un murete bajo que reproduce la forma de la ermita y una piedra informativa en la explanada.

En el camino hacia la ermita, encontramos dos aljibes, La Cimbrella y Lagualí, excavados para almacenar el agua de lluvia para su consumo. Además, la ermita ofrece vistas panorámicas para disfrutar del paisaje.

La iglesia fue construida en el s.XVIII, destacando por su elegante torre de tres niveles, los dos inferiores de planta cuadrada y el tercero de forma octogonal, reflejando así la arquitectura característica de la región de Aragón.

La encontraremos en la parte más elevada del centro urbano de Azanuy, este templo barroco exhibe una fachada sencilla, elaborada con ladrillos sobre un zócalo de piedra sillar arenisca. El cuerpo central está flanqueado por 2 pilastras o bandas de ladrillo, culminando en un frontón triangular que contiene un óculo para iluminación.

La torre-campanario, se integra discretamente en la planta y se compone de 3 niveles. La primera planta presenta una base cuadrada, el segundo cuerpo cuenta con esquinas achaflantadas, y el último exhibe una planta octogonal con un deambulatorio y un antepecho que alterna entre arcos de medio punto abiertos y otros tabicados.

El edificio religioso, de estilo románico, presenta una nave única con una capilla ligeramente sobresaliente en el lado de la Epístola y una cabecera semicircular orientada al este. Fue construida con cuidados sillares de cantería, los paramentos exhiben reparaciones con piezas de calidad inferior, especialmente en el tercio superior del muro sur.

El ábside, sobre un zócalo ataludado, cuenta con dos vanos en arco de medio punto que iluminan el interior. En el hastial, se alza una espadaña de dos ojos en arco de medio punto.

La portada en el muro sur presenta un arco decorado con puntas de diamante. Aunque la reforma barroca transformó el interior, el ábside conserva su aspecto románico original, cubierto con una bóveda de ladrillo. La nave, modificada en la reforma, tiene una bóveda de medio cañón con lunetos y capillas laterales con arcos de medio punto.

Podemos ver las evidencias de un asentamiento medieval cerca de Azanuy, a través de los restos de una necrópolis ubicada al suroeste de la actual población. La necrópolis consta de varias tumbas excavadas en la roca, orientadas de sur a norte, y tumbas de superficie con disposición de este a oeste. Se localizan en el tiempo entre los siglos X y XI.

A lo largo del tiempo, los propietarios de esta imponente residencia han sido los herederos de la familia Guilleuma, una distinguida familia infanzona aragonesa que se estableció en Fonz y Alíns en el s.XVII. Está ubicada estratégicamente en un prominente promontorio rocoso en la localidad de Alíns, esta casa fuerte disfruta de una posición privilegiada que domina su entorno cercano.

También conocida como Cueva del Moro, se encuentra al final de un sendero que tiene como punto de partida el camino del cementerio. Esta gruta se halla en el Tozal de la Mesa, un cerro ubicado a 2 km al noroeste de la localidad de Alins del Monte, conocido por albergar numerosas cavidades en sus paredes.

En el transcurso de investigaciones, se descubrieron abundantes vestigios materiales, incluyendo objetos de piedra pulimentada, hueso, cobre, cerámica y bronce. La cueva en sí misma constituye una fisura en la roca caliza, utilizada como lugar de enterramiento durante el Calcolítico (2500-1800 a.C.) y la Edad de Bronce (1800-1100 a.C.).

Lo encontraremos en parte alta del casco urbano sobre una roca calcárea, los restos del Castillo datan en el s.XIII, son contiguos a la iglesia y al palacio. Los paramentos, de 2 m de altura sobre la roca, muestran una estructura rectangular de 16×5 m, con esquinas redondeadas, construida con mampostería y abundante argamasa.

Según un documento fechado el 30 de marzo de 1218, el abad del monasterio cisterciense de Escarp comprometió la entrega de los castillos de Alíns y Juseu al rey Jaime I de Aragón. Desde 1287, el castillo perteneció a Gombalde de Benavent, quien también poseía los castillos de Panillo y Azanuy. En 1293, Jaime II de Aragón cedió Alíns a Raimundo de Molina, pero en 1236 lo adquirió la priora de Sijena, doña Blanca de Aragón, incumpliendo la condición de no transferirlo a personas «santas o religiosas». Finalmente, entre 1281 y 1425, el castillo quedó integrado en el condado de la Ribagorza.