Peraltilla, un antiguo pueblo con posibles raíces romanas, lleva en su nombre la referencia a una «piedra alta», y a través de los siglos ha recibido diversas denominaciones. Su población fue afectada por la peste y las guerras, pero se recuperó con el tiempo. En 1834 se convirtió en Ayuntamiento independiente tras pertenecer a Sobrecullida de Barbastro. Ubicada en el Somontano de Barbastro, es un punto estratégico para explorar lugares como Barbastro, Huesca, Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, Santuario de Torreciudad, Cerler y Pirineo central.

Con una población de 220 habitantes, Peraltilla es una joya de arte y naturaleza. Se asienta sobre un pequeño cerro y se destaca por su patrimonio, paisajes, casco urbano, fiestas y gastronomía. Las fiestas principales honran a San Joaquín después de la Virgen de Agosto, atrayendo a la comarca con música, vaquillas, jotas y actividades para todas las edades.

La fiesta pequeña celebra a los santos San Fabián y San Sebastián en enero con hogueras, procesiones y «paniticos» bendecidos. La romería al Monasterio del Pueyo, iniciada en 1645, es una tradición popular. La colocación del mayo antes de Pascua es una costumbre arraigada: los jóvenes buscan un chopo alto y lo erigen en la Plaza.

La festividad de Santa Águeda se centra en las mujeres y cuenta con una cena exclusiva. La riqueza histórica y las festividades hacen de Peraltilla un lugar especial para explorar y disfrutar del pasado y la cultura, mientras su ubicación lo convierte en una base ideal para explorar la región.