El Ayuntamiento de Mirambel es un edificio de estilo renacentista. Cuenta con una planta cuadrangular y dos plantas hechas en cantaría y mampostería. La lonja se ubica en la planta inferior. Si visitáis el Ayuntamiento, fijaos en las ventanas adinteladas y el imponente alero de madera.

Es uno de los elementos más conocidos e icónicos de la Mirambel. Es una de las puertas de acceso de la muralla. Se sitúa adosada al convento de las Agustinas. Destaca la parte superior, con una galería de tres pisos que está cerrada por unas celosías de yeso y barro. Debajo hay una capilla dedicada a Santo Tomás. Pegado se encuentra un torreón, donde se habilitó la sacristía de la iglesia del convento.

En 1679 se llevó a cabo una reforma del templo y el resultado es lo que se ve hoy. Se trata de una única nave que cuenta con capillas laterales. Uno de los elementos más destacados es su torre, que alberga campanas. En 1836, durante la primera guerra carlista, de produjo un incendio que afectó al altar mayor. Aun así, su estado de conservación es magnífico.

Es, como ya hemos mencionado, uno de los elementos más antiguos del casco urbano. La Orden del Temple lo construyó en el siglo XIII. Los Sanjuanistas lo reformaron varias veces. Se transformó en vivienda en el siglo XIX. Y en los años 50 se demolió. Aunque de él quedan los restos, todavía puede identificarse y visitarse el antiguo horno, paredes de mampostería y adobe con arcos apuntados de acceso.

La Casa Aliaga
Uno de los palacios nobiliarios más relevantes del Maestrazgo turolense es la Casa Aliaga. Se levantó para ser la casa de una familia noble aragonesa, los Duques de Aliaga. Sus detalles son de estilo renacentista. Se accede a través de una portada que tiene un arco de medio punto. Sus ventanas de alféizar son maravillosas. Un doble alero de madera culmina esta construcción.
La Casa Castellot
Al lado de la Casa Aliaga se encuentra la Casa Castellot. Juntas conforman una plaza con gran valor arquitectónico. Tiene tres alturas y en todas ellas se pueden apreciar detalles propios de los palacios renacentistas aragoneses, como su sobria portada de acceso, sus ventanas adinteladas con alfeizar modurado, su galería de arcos y su doble alero de madera.

Hay otras casas palaciegas que también son muy bonitas para ver como la casa Almudena, Costeras, Barceló o Pastor.

La ermita de San Martín se ubica al sur de Mirambel. Es una muestra de ermita-santuario. Cuando se construyó se decoró con pinturas y estucos de estilo barroco, que todavía hoy conserva. En su origen, se utilizó la actual masía de la ermita como sede del Concejo los dos días al año en los que se celebra la romería.

El convento de las Agustinas Ermitañas se localiza en la entrada de Mirambel. Veréis que es una gran construcción de planta rectangular, construido en 1564 en mampostería. De su parte exterior, son relevantes las celosías de madera que decoran los balcones. Al lado del convento se ubica la iglesia de Santa Catalina.

Te proponemos una ruta de unos 9 kilómetros, circular y de dificultad moderada. Se sale del portal de las Monjas. Aquí se coge el sendero que desciende junto a la muralla hasta el río Cantavieja. Se inicia un fuerte ascenso gasta el Mas de Virgos y la Masía El Mas de Mateo.

Las vistas son maravillosas durante el ascenso. Luego hay que enlazar con una pista de tierra que te dirige hasta el callao del Cabezo y aquí nos desviamos hasta la fuente del mismo nombre. Cogemos la pista de tierra para el descenso, hasta llegar a la ruta BTT número 6 del Centro BTT Maestrazgo. Luego se desvía por la senda hasta llegar al puente medieval del Molino Ronda ¡Ya no queda nada! Terminamos por el “Camino de Cantavieja y San Martín, junto a la ermita del Pilar y finaliza de nuevo junto al río Cantavieja. Terminamos ascendiendo por la senda empedrada hasta el paraje de La Jorca y Masico Las Monjas.

Beceite. Podéis visitar esta preciosa localidad y volver a Valderrobres por el mismo camino.