Urriés es un tesoro en el Rincón de Aragón.

Urriés, un pequeño pueblo con una población de 49 habitantes, es un verdadero tesoro enclavado en el corazón de Aragón. A pesar de su tamaño modesto, esta joya esconde una rica historia y una serie de tesoros culturales que deleitan a los visitantes.

La Iglesia de San Esteban, declarada Bien de Interés Cultural, se alza con majestuosidad en Urriés. Este lugar de culto, con una arquitectura impresionante, es un testimonio vivo de la herencia histórica de la región.

La Torre de Urriés, una estructura que se remonta al siglo XIV, es otro punto de referencia destacado en la localidad. Esta torre ha sido reconocida como Bien de Interés Cultural y es un testimonio de la arquitectura medieval que dominaba el paisaje.

La Cruz de la Portaza, también conocida como Cruz de Ruesta debido a su ubicación en el camino hacia esta localidad, es una antigua reliquia apoyada en una grada de tres escalones y rematada con una cruz de hierro. Esta cruz tiene una historia que contar y es un símbolo de la espiritualidad arraigada en la comunidad.

Un hallazgo más reciente, la Piedra de Sansón, encontrada en 2007 en un campo local, añade un toque de misterio a la historia de Urriés. Se cree que esta piedra fue el contrapeso de una antigua prensa romana y, según la leyenda, las pisadas de Sansón horadaron la piedra.

A pesar de su tamaño modesto, Urriés es un lugar donde la historia, la arquitectura y la tradición se entrelazan para ofrecer una experiencia única a quienes lo visitan. Esta pequeña localidad es un recordatorio de la riqueza cultural que se encuentra en los rincones más inesperados de Aragón. ¡Ven y descubre los tesoros ocultos de Urriés!