¿Cómo reconocerla? Los ejemplares adultos pueden ser de color gris claro, pardo o verde oliva, el vientre suele tener un tono blanquecino o amarillento. Su cabeza es alargada y su hocico puntiagudo; tiene una depresión entre los orificios nasales y los ojos; sobre éstos, unas escamas prominentes. Su cola es larga y delgada. Los machos adultos pueden medir hasta 240 cm. Si, casi dos metros y medio, es la serpiente más grande de Europa.

La población de estos reptiles se ha visto mermada en los últimos años, si durante tu ruta tropezaras con alguno de ellos, por favor no les hagas daño, son inofensivos.

Cerrado el inciso de la fauna local, continuemos nuestra ruta: En el parking hay carteles informativos con datos de interés para el visitante. Desde este punto inicia un sendero perfectamente señalizado, a pocos metros a la derecha se encuentra una intersección que conduce a los Aguarales internos.

A una hora de Zaragoza, se encuentra el pueblo de Valpalmas que forma parte de la comarca de las Cinco Villas, en la comunidad de Aragón, este es otro de los pueblos poco poblados de España, de acuerdo a las estadísticas más recientes del INE, ya que cuenta con sólo 140 habitantes. Es de destacar que en Valpalmas transcurrió parte de la infancia del brillante e ilustre científico y premio Nobel español de 1906, Santiago Ramón y Cajal.

Muy cerca de allí se encuentran los Aguarales de Valpalmas una “Silente multitud estática, encantada…” de acuerdo a los versos de Landa Otal, un conjunto de formaciones geológicas generadas por un fenómeno conocido como sufusión o tubificación. El resultado corresponde a un tipo de erosión de abismo bajo el suelo en el que la acción degradante de flujos de aguas superficiales, disuelven la roca en el subsuelo lo que ha provocado la formación de curiosas especies de tuberías, abarrancamientos y figuras de tierra arcillosa.

Lo que hace tan particular a este paisaje es que dichas formaciones se encuentran a cielo abierto, un nivel inferior al de las estepas que las circundan, que están cubiertas por vegetación xerófila, lo que, además de crear la ilusión de que surgen desde el suelo, ofrece a la vista un bello contraste entre el verde vegetal, y la aridez y color de la arcilla.

Parte de la flora del entorno incluye ontina, tomillo, romero y otras hierbas aromáticas, por lo que, si se dan las condiciones meteorológicas adecuadas y estás de suerte, tu caminata será una experiencia fragante y placentera.

Tras caminar unos trescientos metros podrás disfrutar de un sendero que conduce al interior de las formaciones. Las mejores vistas de los Aguarales pueden apreciarse por esta pista. Es como trasladarse a otro mundo, algunas formaciones vistas desde cierto ángulo parecen rostros, otras, extrañas siluetas; lo cierto es que podrás hacer fotos geniales. Todo el recorrido interno, circular, es de unos 700 m está delimitado para protección del entorno, ya que tocar las formaciones puede arruinarlas, por lo que es muy importante ni siquiera intentarlo.

De vuelta al inicio del sendero de los Aguarales internos, unos metros más adelante se encuentra un cartel indicativo del sendero que conduce a las vistas exteriores.

Desde este sendero la perspectiva de los Aguarales es distinta, pues el recorrido transcurre por el borde de las formaciones, lo que permite vistas de mayor contraste con la vegetación circundante.

Un suave ascenso de trescientos metros te conducirá al primer punto de observación de este circuito, esta vista te permitirá apreciar la extensión de las formaciones y una perspectiva de picado muy interesante de fotografiar.

El siguiente punto de interés, se ubica 100 metros más adelante, acceso a los Aguarales Internos. De vuelta al sendero restan 200 metros hasta el punto más alejado del recorrido, con la mejor vista de todas las formaciones. Un recorrido poco exigente para el senderista avezado pero rico en estética y cultura geológica.

El regreso lo harás por el mismo sendero por el que viniste, hasta el Parking y de allí a Valpalmas.