¡Bienvenidos a Piedrahita! Una pequeña localidad que cuenta con una población de 6 habitantes, quienes son conocidos como Piedrahitenses. Un lugar a 1129 m de altura donde descansar y relajarse.

En este rincón de la sierra, la paz y la calma se entrelazan con la serenidad que emana de sus paisajes. Las palabras resultan casi insuficientes para describir la belleza que caracteriza a este pequeño valle. La sobriedad de sus casas y las ruinas de su iglesia cuentan historias de tiempos pasados, mientras que los impresionantes riscos ofrecen un telón de fondo imponente.

Este remanso de tranquilidad invita a explorar y comprender mejor una zona que, a pesar de su dureza y austeridad, posee una belleza singular. Aunque hoy en día esté casi despoblada, el valle no carece de vida ni de recuerdos. Al pasear por sus calles, se revela una dualidad: por un lado, la decadencia total de una parte del pueblo, contrastada con la vitalidad que aún persiste en el centro, especialmente durante los cálidos meses de verano.

Un punto destacado es el lavadero, desde donde se puede ascender al peirón y disfrutar de una panorámica impresionante de la población. Este mirador ofrece una visión que se convierte en el preludio perfecto antes de emprender la ruta botánica de Bea, una experiencia que añade un toque especial a la conexión entre el hombre y la naturaleza en este rincón mágico de la sierra.