De hecho, su nombre tiene origen árabe: «Al-Hamra”, que significa, la roja” debido al intenso color rojo de las arcillas de su tierra, los árabes le dieron forma y vida a la población, a su época de mayor esplendor se atribuye la existencia de un castillo, propiedad de los Banu Razín. En la actualidad quedan ruinas de este castillo, que pueden ser visitadas y, en el museo de Alfambra, se exhiben los resultados de diversas e interesantes excavaciones arqueológicas.

La economía de Alfambra, gira en torno al sector industrial, en el pasado, la ganadería y la agricultura fueron para el municipio su mayor ingreso; la actividad agraria giraba en torno a productos de secano, cultivo de cereales y viñedos. La remolacha azucarera fue un cultivo de mucha importancia y famosa en su producción en la vega de Alfambra, pero la desaparición de la azucarera Santa Eulalia, unido al escaso caudal del río Alfambra, va dejando atrás su cultivo y procesamiento.

Alfambra es considerada, patrimonio artístico y arquitectónico, lo que la hace un destino ideal para el turismo y los siguientes son sus principales atractivos:

Es un templo del siglo XVII, con una sola nave de cuatro tramos y un coro, capillas en los laterales entre los contrafuertes y cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos, resalta su torre de cuatro cuerpos, en su interior alberga un relicario de Santa Beatriz.

Es una iglesia de una sola nave, con crucero y capilla en la cabecera y coro alto a los pies. Anualmente este santuario recibe una romería de los alfambrinos que se celebra el 13 de junio. En esta ermita se descubrió un conjunto mural de estilo gótico del siglo XV. Se trata de tres escenas de gran tamaño una de 30 metros cuadrados, y otra de 15; de pintura mural barroca del siglo XVII.

El tema de las pinturas es la representación de la Última Cena, un retrato de los Reyes Católicos sobre la figura de San Jorge, patrón de Aragón, montado a caballo y la imagen de un posible donante de la obra

Un sitio de mucho interés en Alfambra es el Museo de la Remolacha Azucarera (MUREA) es el único museo monográfico sobre este tema que existe en el mundo. Durante una buena parte del siglo XX el cultivo de la remolacha fue de suma importancia para la localidad. El museo cuenta con una colección permanente de aperos, maquinarias relacionadas con su cultivo y explotación industrial. Este proyecto es obra de Juan José Barragán.

La vega es una combinación de vegetación de ribera y amplias áreas de cultivo entre ellos plantaciones frondosas como el chopo, álamos, huertos y frutales. Su paisaje es único, por el enorme contraste que existe entre un oasis verde y los ambientes esteparios que existen en las márgenes del rio, que fluye a escasos metros del centro urbano; este es el principal recurso ambiental de Alfambra y es el hábitat natural de animales rapaces como el ratonero o cernícalo, en sus orillas habitan cangrejos propios de la zona y algunos ejemplares de nutrias.

Se encuentra en el cerro donde existió un castillo destinado a la defensa de Alfambra en tiempos de la ocupación musulmana. Desde allí se contempla una vista muy hermosa del valle y de su encantadora población.

Es un reloj de sol que fue construido en el año 2006, se encuentra cerca de la ermita de Santa Ana, en la vía a Santa Eulalia. En este tipo de reloj el usuario marca la hora de acuerdo a la posición en la que se ubica. Es uno de los más grandes de su tipo, su diámetro exterior es de 15 metros, su superficie es de mármol rosa y tiene los escudos de las órdenes militares que han pasado por Alfambra, a través de la historia: de Monte Gaudio, del Santo Redentor, de Malta, de Jerusalén, Montesa y del Temple.

El entorno natural de Alfambra está atravesado por rutas de senderismo con increíbles paisajes para recorrer en modalidad circular y solo ida; con diferentes desniveles y grados de dificultad.[/lightweight-accordion]