Qué ver en Ardisa
Bienvenidos a Ardisa, un pintoresco rincón aragonés de tan solo 74 almas. Nuestra historia se entreteje con la majestuosidad de nuestro patrimonio arquitectónico, haciendo de nuestro pueblo un lugar lleno de encanto.
Entre las joyas arquitectónicas que enorgullecen a Ardisa, destaca el Castillo de Ballestar, una fortaleza construida en 1083 por el rey Sancho Ramírez de Aragón. Su torre almenada, que con el tiempo fue amurallada, es un vestigio de nuestro pasado. Además, en su recinto amurallado, se encuentra una zona que fue construida como palacio, presentando un estilo gótico.
Otro tesoro es la Ermita de San Vicente, famosa por su Cristo crucificado en estilo románico, que hoy se exhibe en el Museo Diocesano de Jaca. La Ermita de Nuestra Señora de Miramonte, también de estilo románico del siglo XII, y la Iglesia parroquial de Santa Ana, que alberga retablos góticos hispano-flamencos y renacentistas, son puntos de referencia esenciales de nuestra historia religiosa y arquitectónica.
La Cruz de Santa Ana, un antiguo peirón, completa nuestro rico patrimonio, aunque ha sido trasladado de su ubicación original.
Las festividades son momentos especiales en Ardisa. Celebramos con gran devoción el 22 de enero en honor a San Vicente. El último domingo de mayo nos sumergimos en una emotiva romería hacia la ermita de la Virgen de Miramonte, compartida con nuestros pueblos vecinos. El 26 de julio, honramos a Santa Ana, una celebración que impregna el aire con alegría y tradición.
Ardisa es un lugar donde la historia y la tradición se entrelazan para ofrecer una experiencia única. Te invitamos a explorar nuestras calles empedradas y descubrir la riqueza de nuestra herencia cultural. ¡Bienvenidos a Ardisa, donde el pasado cobra vida!