La localidad cercana a Huesca se destaca por su trazado de calles irregulares y ejemplos de construcciones populares. Uno de sus edificios más notables es el antiguo castillo, que ahora funciona como Ayuntamiento. Esta fortaleza gótica del siglo XIV y XV consta de tres pisos, siendo el último una adición más reciente de diseño actual.

La Iglesia Parroquial de San Francisco de Asís es otro punto de referencia en la localidad. Esta iglesia barroca del siglo XVIII se caracteriza por sus formas sinuosas y utiliza diferentes materiales en su construcción, como piedra para los zócalos y esquinas, y tapial y ladrillo en el resto de la estructura. El edificio presenta una planta rectangular de tres naves, con la nave central más ancha y cinco tramos cubiertos con bóvedas de lunetos separadas por arcos perpiaños de medio punto. Las naves laterales se comunican con la central a través de grandes arcos de medio punto y se cierran con diversas tipos de cubiertas, incluyendo cúpulas y bóvedas. El tejado cuenta con un amplio alero con detalles decorativos.

La fachada del templo tiene dos anchos paramentos de sillar y un área de ladrillo donde se encuentra la portada de arco de medio punto entre pilastras. La torre del templo es de sillería y presenta dos cuerpos de planta cuadrada, coronados por un chapitel cilíndrico con cono. En el extremo norte del muro, hay un volumen cúbico de ladrillo que imita un campanario y se utilizaba como exconjuradero.

En el interior de la iglesia, se conservan pinturas de traza barroca en la bóveda, puertas antiguas de cuarterones y una pila bautismal moderna de conglomerado de granito. También se encuentra una imagen de «San Francisco de Asís» en la sacristía. El retablo principal es una obra moderna realizada en la Escuela de Bellas Artes.