Castelflorite es un pequeño municipio ubicado en la provincia de Huesca, en la comunidad autónoma de Aragón, en España. Se encuentra en la comarca de Hoya de Huesca, en un entorno rural rodeado de campos y paisajes naturales.

La historia de Castelflorite se remonta a tiempos antiguos, con vestigios de asentamientos humanos que datan de épocas prehistóricas. Durante la dominación romana, la zona fue habitada y posteriormente, con la llegada de los musulmanes, se construyó una fortaleza que dio origen al actual pueblo.

El nombre de Castelflorite proviene de su pasado fortificado, siendo «castel» una referencia a su castillo y «florite» haciendo alusión al término latino «floridus» que significa «floreciente» o «florecido». Esta denominación resalta la importancia y la belleza del lugar en el pasado.

En la actualidad, Castelflorite es un tranquilo pueblo que conserva parte de su patrimonio histórico. Destaca la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol, construida en el siglo XVIII, con una interesante arquitectura religiosa y elementos decorativos propios de la época.

El entorno natural que rodea a Castelflorite ofrece la posibilidad de realizar actividades al aire libre, como senderismo, paseos en bicicleta y disfrutar de la tranquilidad del paisaje rural.

El pueblo cuenta con servicios básicos para sus residentes, como tiendas, bares y restaurantes, así como una vida comunitaria activa, con celebración de fiestas locales y eventos culturales a lo largo del año.

La belleza de sus paisajes, su ambiente tranquilo y la preservación de su patrimonio histórico convierten a Castelflorite en un destino atractivo para aquellos que buscan disfrutar de la vida rural y conocer la riqueza cultural de la provincia de Huesca.