Yebra y el Valle de Basa, enclavados en un entorno natural excepcional, ofrecen una rica arquitectura popular caracterizada por sus chimeneas troncocónicas y casas solariegas. Además, brindan numerosas oportunidades para explorar la belleza de su territorio y descubrir encantadores pueblos y rincones.

Yebra de Basa es un ejemplo destacado con su entramado urbano que muestra la típica arquitectura de montaña. Sus fachadas de piedra y tejados empinados están adornados con llamativas chimeneas troncocónicas y espantabrujas. La iglesia parroquial del siglo XVI es una obra notable, con tres naves separadas por columnas y bóvedas de crucería estrellada. Su interior alberga un hermoso retablo barroco y tablas renacentistas. También posee una valiosa joya de orfebrería, el busto relicario de Santa Orosia del siglo XVI, elaborado en plata repujada. La ermita de Santa Orosia, ubicada en las afueras, es famosa por la Romería que se celebra el 25 de junio y por albergar la cabeza de la Santa. Durante esta festividad, los danzantes ataviados con trajes tradicionales interpretan el conocido «dance del paloteao», y se realiza la «pastorada», un diálogo jocoso entre el mayoral y el repatán o zagal.

Fanlillo, una pequeña pedanía de Yebra de Basa, presenta construcciones típicas del Serrablo. Sus casonas de piedra, algunas con arcos arquitabrados y adornos ornamentales simples, como Casa Sanromán y Casa Vicente, añaden un toque especial al lugar. La iglesia parroquial, de estilo barroco de los siglos XVII y XVIII, cuenta con una nave, cabecera plana y torre en la entrada. Además, en las afueras destaca la impresionante borda de Casa Chusé, con un alero llamativo y un palomar. Conserva elementos encantadores, como una tradicional canalera de madera en el pajar.

Orús es otro pueblo encantador con una iglesia románica del siglo XII que destaca por sus motivos tallados en los canecillos y el ábside. En su interior, se descubrió un conjunto mural franco gótico de los siglos XIV y XV, que ahora se conserva en el Museo Diocesano de Jaca. El centro urbano exhibe hermosas casas-fuerte que siguen el estilo arquitectónico de la zona, como Casa Alta y Casa Baja, que presentan características únicas, incluyendo chimeneas tradicionales y vanos ajimezados con arcos conopiales.

San Julián de Basa es un pintoresco pueblo prepirenaico con casas típicas de la región, resaltando las voluminosas chimeneas troncocónicas en sus tejados. Algunas de las construcciones notables son Casa Bertolo del siglo XVII y Casa del Tejedor. La iglesia parroquial de San Julián y la ermita de Nuestra Señora de Ballarín son puntos de interés religioso. Además, Casa Ramón, un edificio del siglo XVI, presenta un acceso único marcado por un atrio abovedado y un bonito vano cruciforme.

Sobás, en la margen derecha del río Basa, ofrece ejemplos notables de arquitectura popular prepirenaica. Su iglesia barroca del siglo XVII-XVIII cuenta con una sola nave y cabecera recta. También se destaca la torre defensiva del siglo XVI con su planta cuadrada y robustos muros que aún conservan estrechas aspilleras de defensa. En este entorno, los visitantes pueden sumergirse en la historia y la belleza de la arquitectura tradicional de la región prepirenaica.