Valle de Bardají

Valle de Bardají, Huesca

Valle de Bardají

Valle de Bardají, Huesca


Qué ver en Valle de Bardají

El municipio del Valle de Bardají, ubicado en el Valle de Llert, abarca las localidades de Aguascaldas, Biescas, Llert y Santa Maura, todas ellas pequeños pueblos típicos de los Pirineos, rodeados de belleza natural.

Aguascaldas se encuentra junto al barranco Ziallas, protegido por el pico Cervín y el Macizo de Turbón. Su conjunto urbano conserva viviendas que datan de los siglos XVI y XVII.

Biescas, un pequeño núcleo urbano, destaca por su iglesia parroquial de arquitectura popular, que sigue el estilo del románico lombardo. Esta iglesia cuenta con una nave única y una cabecera semicircular, adornada en el exterior con arquerías ciegas y lesenas.

Llert, ubicado en las faldas del Turbón, muestra un encantador conjunto urbano con ejemplos de arquitectura popular que siguen los patrones de la zona. La iglesia parroquial de Llert, de estilo románico del siglo XII, tiene una nave única y un ábside semicircular, un diseño típico de las pequeñas iglesias rurales. En su interior, se encontraron valiosas esculturas de santos, algunas de las cuales se conservan en el Museo Diocesano de Barbastro.

Santa Maura, una pequeña aldea junto al río Rialgo, conserva numerosas viviendas de arquitectura tradicional de la Ribagorza.

En el Valle de Bardají, también se encuentran secretos menos conocidos que añaden atractivo a la experiencia turística:

El árbol sobre el árbol: Junto a la ermita de San Pedro, entre Aguascaldas y Biescas, cerca de Santa Maura, se encuentra un enebro en cuyo tronco ha brotado un cerezo, un injerto poco común que muestra la singularidad de la flora pirenaica. Otro enebro de gran tamaño, apreciado por los habitantes de Biescas, es también notable en un área dominada por el bosque mediterráneo mixto.

La mina de plata del Turbón: La minería fue una fuente de riqueza en la Ribagorza, y el Macizo del Turbón no fue una excepción. Cerca del refugio de la Margalida, es accesible por pista y es visitable en su primer tramo con precaución. Para exploraciones más profundas, se requiere experiencia en espeleología.

La cueva del agua: Cerca de la fuente de San Pedro de Llert, a unos cincuenta metros, se encuentra una sima de la que brota agua, creando una experiencia única para el baño. Preguntar a los vecinos puede ayudar a encontrarla.

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