Sesa

Sesa, Huesca

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Sesa, Huesca


Qué ver en Sesa

El Castillo de Sesa, que tuvo un rol vital en la Edad Media, aún conserva algunos vestigios en los años 70. Sin embargo, restos de paredes, una puerta de arco de piedra y un gran cubo utilizado para pisar uvas estaban en estado de abandono y basureros. Posteriormente, en los 80, una casa se construyó sobre los restos, sepultando así su historia, a excepción de una bodega restaurada.

María Dolores Barrios Martínez, tras indagar en los archivos del obispado de Huesca, publicó en 1983 una tesis doctoral sobre el castillo de Sesa, arrojando luz sobre su pasado. La Iglesia de San Juan Bautista, datada del siglo XIII, resalta por su arquitectura románica. Da acogida al Camino de Santiago, siendo parte de su ruta.

La Iglesia de San Juan Bautista sufrió daños durante la Guerra Civil, perdiendo su retablo gótico y campanas. Las piedras fecundantes en las cercanías de Sesa son testigos de rituales ancestrales ligados a la fertilidad. Con una exploración por las cuevas como circuito, estas piedras son señalizadas.

La Ermita de Nuestra Señora de Jarea, situada en un monte, ha tenido una transformación a lo largo de la historia, pasando de mezquita a iglesia. Es considerada un sitio sagrado en Sesa, habiendo realizado milagros y atrayendo romerías. La Fuente de Alpín, construida en el siglo XVI en estilo gótico, es una de las fuentes más antiguas conservadas.

Las fiestas en Sesa se celebran en honor a la Asunción de la Virgen el 15 de agosto, además de la romería a Nuestra Señora de la Jarea en Semana Santa. Sesa también ofrece entornos naturales, como el Mirador del Castillo y los Parques del Guatizalema y de la Jarea.

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