En la década de 1960 y 1970, los pueblos de Monflorite y Lascasas se fusionaron para crear el municipio de Monflorite-Lascasas, con la capital en Monflorite. La torre medieval de Monflorite fue entregada al Ayuntamiento por la Duquesa de Villahermosa. Originalmente, los Condes de Ribagorza, ancestros de los Duques, heredaron la torre en el siglo XV. A mediados del siglo XX, la Duquesa Pilar Azlor de Aragón cedió la propiedad.

En los núcleos rurales de Lascasas y Monflorite, sobresalen las iglesias parroquiales. La de Lascasas, San Bartolomé, de origen románico, fue reconstruida después de la Guerra Civil. Monflorite alberga una iglesia neoclásica restaurada en 1977, dedicada a San Ramón Nonato.

El Castillo de Monflorite, una torre señorial de los López de Gurrea, subsiste como la única parte restante de un antiguo castillo. Reconstruida, presenta un estilo gótico y una estructura rectangular con almenas restauradas y tejado a cuatro aguas. Su entrada principal y ventanas geminadas adornan la fachada. El interior cuenta con bóvedas y cubierta de madera.

Un Jardín Botánico exhibe diversas plantas locales en Monflorite, mientras que el Parque de la Balsa, originado por niños en 1989, brinda un espacio para pasear y descansar junto a fuentes de riego. En 2006, Lascasas creó un nuevo parque con la colaboración de vecinos, plantando más de cien árboles.

Los alrededores urbanos disponen de senderos señalizados como el Camino de Lascasas y el Camino de Siétamo, para paseos seguros y cómodos.