En la década de los años 1960, el municipio de Las Peñas de Riglos se conformó mediante la unión de pequeños municipios con el propósito de lograr una gestión administrativa más amplia. El Ayuntamiento tiene su sede en Santa María de la Peña, una localidad que ha pasado por varias denominaciones a lo largo de la historia y cuya iglesia parroquial es una construcción románica del siglo XI con reformas posteriores en los siglos XVII y XVIII.

La ubicación de Santa María de la Peña es en una elevación, donde las viviendas están agrupadas en torno al templo parroquial. A pesar de que el municipio de Las Peñas de Riglos es famoso por sus imponentes mallos y la colonia de aves rapaces que alberga, su territorio abarca más que simplemente estas características. Comprende 10 pueblos distribuidos en una extensión de 220 km², formando parte de áreas naturales protegidas como el Monumento Natural de los Mallos y el Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte de Oroel.

El municipio ofrece mucho más allá de los mallos, como las Foces de Salinas o Escalete, el embalse de La Peña, el valle Virgen del Garona, molinos, pardinas y casas tradicionales con chimeneas troncocónicas. Una red de senderos permite explorar estos encantadores lugares, incluso a través del pintoresco viaje en tren «Canfranero» que cruza el río Gállego desde La Peña hasta Riglos. Ya sea a pie, en bicicleta de montaña, corriendo o de la forma que prefieras, es posible descubrir este vasto territorio.

El municipio ha trazado 12 rutas que permiten a los visitantes disfrutar de su patrimonio cultural y natural. Se enfatiza el respeto por la naturaleza, la cultura local y las actividades tradicionales, así como la necesidad de una planificación adecuada, equipamiento adecuado y precauciones para mantener la seguridad y conservar el entorno. Se subraya la importancia de ser un turista responsable, contribuyendo al desarrollo sostenible de la zona y consumiendo en los servicios locales.