La Puebla de Albortón, un pequeño pero encantador municipio con apenas 129 habitantes, tiene una rica historia y belleza natural que lo hacen destacar. Al pasear por sus calles, uno se encuentra con un busto de José Gervasio Artigas, un ilustre nacido en este lugar a finales del siglo XVII, que se convirtió en el fundador de la República Oriental de Uruguay. Este municipio tiene el honor de ser el lugar de nacimiento de un personaje tan importante en la historia de América del Sur.

La Iglesia de San Sebastián, con su fachada renacentista y una hornacina que alberga la imagen del santo, es otro tesoro artístico que se puede encontrar en La Puebla de Albortón. Esta iglesia es un reflejo de la riqueza cultural y arquitectónica de la región.

Pero no solo la historia y la arquitectura hacen que este lugar sea especial. Su entorno natural es igualmente impresionante, con una combinación única de paisajes que van desde la aridez esteparia hasta los exuberantes bosques mediterráneos cerca de la Sierra Gorda. Uno de los tesoros naturales de la región es la Foz de Zafrané, un desfiladero de dos kilómetros de largo que alberga diversas especies de aves y es un paraíso para los amantes de la escalada y los deportes extremos.

Además, La Puebla de Albortón ha contribuido con materiales de alta calidad a la arquitectura, como jaspes y mármoles que se utilizaron en la construcción de la Santa Capilla del Pilar. Esto refleja la importancia de este pequeño municipio en la historia y el patrimonio de la región.