Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción s. XVII Atea

Atea, Zaragoza

Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción s. XVII Atea

Atea, Zaragoza


Historia

La majestuosa Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que data de la primera mitad del siglo XVII, se erige como un destacado ejemplo de arquitectura barroca. Su imponente fachada frontal, dividida en tres bloques, revela la magnificencia de esta joya histórica.

El bloque central, construido con ladrillos dispuestos en aparejo, alberga tres puertas de reja metálica de arco de medio punto. La puerta central, de mayor tamaño, da acceso a un pequeño atrio donde se encuentra el pórtico de entrada a la iglesia. Cuatro columnas de piedra separan las puertas exteriores, cada una rematada con una cruz sobre el capitel. La puerta principal de madera, decorada con motivos vegetales, exhibe con orgullo los escudos de Aragón. Sobre ella, dos pequeñas columnas encuadran un arco de medio punto con una escultura en su interior.

En la mitad superior del bloque central destaca una ventana circular de tonos azules, mientras que un frontón triangular remata la estructura, con una ventana circular en el centro del tímpano. Los bloques laterales, también de aparejo de ladrillo, presentan decoración en forma de cuadrados de piedra a lo largo de su extensión.

Las torres, aunque solo una fue completada, añaden elegancia al conjunto. La torre del lado del Evangelio cuenta con una sola altura y ventanas de arco de medio punto, mientras que la torre del lado de la Epístola, octogonal, alberga el campanario y el reloj de la iglesia, completando su estructura con contrafuertes en las esquinas.

Internamente, la iglesia se organiza en tres naves con cuatro espacios, siendo la nave central más alta y ancha que las laterales. En el crucero, una bóveda con ocho tragaluces ilumina el espacio, mientras que las pechinas, la cabecera y el retablo exhiben una exquisita decoración. El coro, situado sobre el vestíbulo, y el órgano en el lado del Evangelio, añaden elementos musicales y arquitectónicos a la experiencia.

El retablo mayor, dedicado a la Asunción de la Virgen, destaca por su madera policromada. A lo largo de las naves laterales, diversas capillas albergan retablos y pinturas de distintas épocas, desde el Retablo de la Virgen del Rosario hasta el Retablo de San Blas del siglo XVII. La riqueza artística y espiritual se manifiesta en cada rincón de la iglesia.

Este monumento histórico, con su estructura imponente y su interior ricamente decorado, es más que un lugar de culto; es un testimonio vivo de la historia y la devoción que ha perdurado a lo largo de los siglos. La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se erige como un faro cultural, transportando a quienes la visitan a través del tiempo y las expresiones artísticas que han dejado su huella en sus muros.

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