De estilo gótico, la Catedral de Santa María de Huesca comenzó a construirse a finales del siglo XIII, pero no fue hasta principios de XVI cuando se dio por concluida. Al principio estuvo dedicada a Jesús de Nazareno, aunque hoy se conoce como Catedral de Santa María. Su retablo mayor, que representa la Pasión de Cristo, es un ejemplo de escultura renacentista española. Damián Forment fue el encargado de esculpirlo en alabastro entre 1520 y 1533.

Recientemente convertida esta zona en peatonal, el Coso de Huesca acoge algunos de los edificios más interesantes de la ciudad: el teatro Olimpia, los juzgados, la iglesia de San Vicente el Real, la iglesia de Santo Domingo y San Marín o la plaza de toros. La mayoría de las construcciones que se localizan aquí tienen un estilo arquitectónico del siglo XX. El Coso es el punto neurálgico de Huesca, una zona llena de tiendas, bares y restaurantes. Y los Porches de Galicia es la zona de encuentro para muchos oscenses.

Se ubica al lado de la Catedral de Santa María de Huesca, justo en la zona de claustros. El Museo Diocesano acoge una amplia muestra de arte sacro. La joya de la corona es el Retablo Mayor en alabastro del Castillo-Abadía de Montearagón, obra que llevó a cabo Gil Morlanes a principios del siglo XVI.

Es el pulmón verde de Huesca. Este parque cuenta con más de 74 mil metros cuadrados de superficie, más de 1.600 árboles y varios estanques. Lo encontraréis cerca del centro. El parque, en honor al teólogo y científico oscense Miguel Servet, se inauguró en 1928, aunque entre 1960 y 1970 se amplió. Hay varios monumentos que podéis visitar aquí: las populares Pajaritas del pintor y periodista oscense Ramón Acín, emblema de Huesca; la escultura de los Reyes de Aragón o el quiosco de música.

La Iglesia y el Claustro de San Pedro el Viejo fueron construidos en el siglo XII y hoy conforman uno de los conjuntos del románico aragonés más relevantes. Un bonito crismón decora la portada. De este antiguo monasterio se conserva el claustro románico, con numerosos capiteles originales. Aquí se encuentra la capilla de San Bartolomé, donde se ubica el panteón de los Reyes Alfonso I (el Batallador) y Ramiro II (el Monje)

El Museo de Huesca se encuentra en lo que antiguamente fue la Universidad Sertoriana, que Pedro IV fundó en 1354 y que fue el lugar de residencia de los reyes de Aragón. Este museo acoge los vestigios que han quedado de las diferentes culturas que a lo largo de los años han pasado por la provincia. Encontraréis una muestra de artistas aragoneses, con especial relevancia al genio de Fuendetodos, Francisco de Goya. Hay algunos emplazamientos que se conservan del antiguo Palacio Real, como el Salón del Trono, la Sala de Doña Petronila y la Sala de la Campana.

Si tu viaje a Huesca es con niños, el Planetario de Aragón les encantará. Está a diez minutos de Huesca. Y no solo los más pequeños serán sorprendidos y aprenderán, también lo harán los adultos. Nada más entrar veréis un gran globo terráqueo que preside la sala principal del planetario. Aquí podrán descubrir la astronomía con la tecnología más moderna. Hay, por ejemplo, un simulador de cuatro dimensiones con el que te convertirás en un auténtico astronauta viajando al espacio, un observatorio con tres telescopios que te acercan a los confines de las galaxias y un espacio para exposiciones. En 2021 se inauguró el Museo de las Matemáticas, un lugar para la divulgación científica. El objetivo es acercar las matemáticas, sobre todo, al alumnado de una forma dinámica e interactiva.