Hoz de Jaca

Hoz de Jaca, Huesca

Hoz de Jaca

Hoz de Jaca, Huesca


Qué ver en Hoz de Jaca

Hoz de Jaca, ubicada en la cara noroeste de Peñablanca y sobre el pantano de Búbal, ofrece un espectacular mirador natural al Valle de Tena. A una altitud de 1,272 metros, este pueblo se encuentra bajo las imponentes Peña Blanca y las Peñas de Hoz, brindando unas vistas panorámicas impresionantes del embalse de Búbal.

Uno de los puntos de interés más destacados es la Iglesia Parroquial barroca de los Santos Reyes, que data de los siglos XVII y XVIII. Esta iglesia presenta una nave con una cabecera plana, y su conjunto está cubierto por bóvedas de lunetas. Además, Hoz de Jaca cuenta con el impresionante mirador del muro, un balcón colgado sobre el pantano de Búbal, desde el cual se disfruta de una hermosa vista del valle.

Este pintoresco pueblo no solo es un mirador natural, sino también un punto de partida ideal para el senderismo y excursiones de alta montaña. Además, alberga la Tirolina Valle de Tena, inaugurada en el verano de 2016, que es única en Europa debido a su longitud y la posibilidad de hacer el recorrido en pareja.

Entre las rutas y paseos más populares, se encuentran la que va desde Hoz a Panticosa por Frazacor, la de Hoz a El Pueyo por la Aliana y la ascensión a los lagos de Asnos y Sabocos. También existen caminos apadrinados que ofrecen oportunidades adicionales para explorar la belleza natural de la región.

En cuanto a la arquitectura local, además de la iglesia parroquial, destacan el Ayuntamiento de Hoz, el Puente del camino de las Cotonas y varias casas con patios, escudos y portadas. El pueblo ofrece una experiencia auténtica en un entorno de montaña impresionante.

Las fiestas populares incluyen la celebración en honor a San Lorenzo, que tiene lugar el 10 de agosto y se extiende durante varios días. El Valle de Tena, donde se encuentra Hoz de Jaca, es uno de los lugares más hermosos de los Pirineos, con un rico pasado que se refleja en sus pueblos, iglesias y restos megalíticos que atestiguan su antiguo poblamiento. Las aguas termales de Panticosa, utilizadas desde la época romana, son solo un ejemplo de la historia que impregna esta región montañosa.

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