Historia del Castillo de Loarre
Más de 1 millón 700 mil personas han visitado en las últimas dos décadas el Castillo de Loarre. Visitantes y turistas que se han sentido atraídos por la historia milenaria de una de las fortalezas medievales más bonitas y mejor conservadas del mundo.
El castillo luce sobre un peñasco, a más de mil metros de altura. La prestigiosa publicación National Geographic catalogó esta fortaleza como una de las más funcionales y bonitas del mundo. De hecho, está incluida en su ranking de los 15 castillos más bellos del mundo. Además, ha sido elegido como el más bonito de España y en 1906 fue declarado monumento nacional.
Su arquitectura románica original es una de las mejores conservadas del planeta. Las obras de mantenimiento que recientemente se han llevado a cabo lo han convertido en un tesoro histórico de nuestro tiempo. Y eso le ha permitido superarse cada año, consiguiendo récords de visitantes anualmente. En 2019 unas 110.000 personas lo disfrutaron.
Pertenece al estilo propio del siglo XI, la fortaleza conserva su estructura arquitectónica original. El monarca Sancho III el Mayor ordenó construirlo con un fin militar. Forma parte de esa línea defensiva cuyo objetivo era proteger los dominios del Reino de Navarra.
Éste sería el lugar desde el que atacar las posiciones de los musulmanes en Bona y Ayerbe. Al menos esa era la intención porque nunca llegó a utilizarse en batalla. Lo que explica que su estado de conservación sea fascinante. Una vez que perdió esa función militar por la que se levantó, entraron a vivir los Agustinos. A largo de los años se utilizó como residencia real y monasterio.
Puntos de interés
Observa cada detalle
El Castillo de Loarre está lleno de detalles, leyendas y curiosidades, por eso te recomendamos ir con un guía que te los explique. En las columnas que hay al entrar, por ejemplo, encontrarás tres monos tallados. Uno se tapa la boca, otro los ojos y el tercero los oídos. Un detalle cargado de simbolismo. Advertía a todos de que nadie que estuviera en el castillo podía dar a conocer lo que ocurría dentro. De hacerlo sería condenado a muerte. En los bloques de los que está construida esta fortaleza hay símbolos como el círculo o el triángulo. Así es como se podía identificar al arquitecto encargado de ese punto. En algunos no había ninguna forma, eso significa que fue un esclavo quien lo hizo. También hay que destacar que Sancho Ramírez decidió encargar la construcción de la iglesia de San Pedro, además de una cripta. Allí quería albergar las reliquias de San Demetrio. El perro que hay tallado en la puerta lo convierte simbólicamente en el guardián del castillo. La bóveda de la iglesia de San Pedro, que encontraréis subiendo por las escaleras, es otro de sus grandes misterios. Cuando el rey se colocaba debajo, se convertía en el representante del poder de dios en la tierra. En él vivía mucha gente, soldados, religiosos, etc. Recorriendo los pasadizos llegamos hasta los pabellones. Allí primero vivieron los canónigos, después los nombres. Y si seguís subiendo llegaréis a las mazmorras, los aljibes y la sala de armas. La torre del homenaje, a 22 metros de altura, es el punto más alto del castillo. Son cinco las plantas que la conforman. En ella se encuentra el último refugio inaccesible.
Unas cuantas leyendas
Se dice que por los pasillos del castillo vaga el fantasma de la Abadesa. Según la leyenda, la Abadesa de Loarre, encargada en un conflicto militar, se convierte en prisionera y termina encerrada en las mazmorras. Su cuerpo desapareció de la noche a la mañana. Desde entonces el fantasma merodea por los pasillos cada noche de San Juan. Otra leyenda interesante de conocer es la del conde Don Julián. Se cuenta que murió en el Castillo de Loarre y que fue enterrado en la entrada de la iglesia para que todo el mundo pasara por encima de sus restos, pisoteándolo porque había traicionado a su pueblo. Fue él quien abrió a los musulmanes las puertas de la Península, acabando con el reino visigodo.
Un entorno de paz
Se sitúa en plena comarca de la Hoya de Huesca, por lo que antes de descubrir esta construcción defensiva te recomendamos explorar el territorio en el que se encuentra porque el paisaje es una maravilla. Los senderos, olivos, viñedos y almendros dan forma y color a este territorio ubicado entre los Pirineos y las llanuras del valle del Ebro. Una zona donde reina la paz, acompañada del sonido de la ventisca, el río Gallego y los pájaros.
Santa Eulalia de Gállego o Santolaria
Este entrañable pueblo está situado a orillas del río Gállego. Sus calles empedradas te llevarán a lo alto de la iglesia. Desde allí podréis contemplar las vistas a los Riglos de Mallos y disfrutar de la gastronomía de la zona.
Consejos prácticos
- Podréis visitar el Castillo de Loarre a través de una visita guiada. Se suelen realizar en grupos de como máximo 30 personas y duran aproximadamente una hora. Es recomendable realizar la reserva online para no quedarte sin plaza. Pincha aquí
- Para poder acceder hay que pagar 6 euros por la entrada en la taquilla, 8 si eliges el tour guiado.
- El precio reducido de 5,50 euros y 7 si es con visita es para estudiantes, con carnet joven, jubilados y grupos grandes.
- Para los niños de 6 a 16 años o grupos de escolares la entrada les costará 4,50 euros o 6 si contratan la visita guiada. Y para los menores de 6 años pueden acceder de forma gratuita.