La Casa de la Justicia es otra de esas edificaciones que te llamarán la atención por su belleza. Se encuentra delante de la Iglesia Parroquial. La Casa Atal de Juan Cabré uno de los pioneros de la arqueología moderna española nació y murió (1882-1947) en Calaceite. Hablamos de Juan Cabré Aguiló. Él fue quien halló las primeras pinturas rupestres de arte levantino, las de la Roca de los Moros en Calapata (Cretas). La Casa taller Teresa Jassà. En la plaza de la Diputación no solo encontrarás la balsa que antiguamente se utilizaba para recoger agua procedente de las precipitaciones en forma de lluvia que luego serviría para uso de la población, también albergaba el taller de la ceramista y poetisa Teresa Jassà. Estaba en una casa valiosa por su arquitectura. Aquí se ubicó el taller desde 1960 y era también parte del antiguo molino de aceite de oliva, uno de los más grandes de Aragón.

Su ayuntamiento, de estilo renacentista, data del año 1609. Conserva diferentes pergaminos y documentos del siglo XIII. En el piso de abajo podréis encontrar una lonja y una cárcel, de hecho, es una de las visitas en la Ruta de las Cárceles del Mezquín-Matarraña, de la que además de Calaceite, forman parte también localidades como La Fresneda, Fuentespalda, Mazaleón o Monroyo, entre muchas otras.

Lo que hoy es un lugar de homenaje y exposición, en su día fueron las prisiones que utilizaban las autoridades para encarcelar a aquellos que consideraban que lo merecían.Las leyes de los Estatutos Locales estaban habitualmente por encima de los fueros. El antiguo derecho de Aragón les permitía a los pueblos legislar y aplicar la justicia en asuntos penales, civiles, económicos y políticos. Una de las penas en el siglo XVII era morir por ahorcamiento. También se utilizaba el castigo de azotes, la pena de galeras y el destierro.<br>Visitar estos calabozos, con sus respectivos carteles informativos, es casi como trasladarse a aquella época.

Es el lugar con más ambiente de Calaceite. No se encuentra en el núcleo más antiguo, se construyó después, cuando se comenzó a ampliar el terreno urbano a partir del siglo XIV. Lo más característico y atractivo de esta plaza son sus pasos cubiertos y sus soportales. Según la información más antigua que se ha encontrado, al principio se llamó plaza de Bau, es decir, plaza de abajo. En el siglo XVIII pasaría a denominarse Plaza de los Silos, porque aquí se guardaban los silos donde se almacenaba la comida. Plaza Mayor fue su siguiente nombre, en el siglo XIX y principios del XX. En 1931, con la constitución republicana, adquiere el nombre de plaza de la Constitución.

Fue en el siglo XVIII cuando comenzó a construirte. Se quería hacer un templo mayor del que había, la antigua iglesia gótica de Santa María del Pla. Es una de las edificaciones de estilo barroco más relevantes de la comarca del Matarraña. La Iglesia ardió en la guerra civil y como quedó en un estado pésimo tuvo que ser reconstruida. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 2001.

Ruta de los poblados iberos. Esta ruta de tipo algo más de algo más de 11 kilómetros es circular. Es bastante sencilla por lo que puede hacerse en familia. Parte de Calaceite y nos dirige por los restos de dos poblados íberos entre sus campos de olivos. Veréis carteles indicativos que os guiarán hasta ellos y otros explicativos para que conozcáis toda su historia. Poblado Ibérico de San Antonio. Este poblado se vincula con dos épocas diferentes: una que corresponde a los siglos V y IV a.C., es la que se sitúa en la parte más alta del cerro, y otra que data del siglo III a.C., con la ampliación del primer núcleo de ocupación. Juan Cabré, de Calaceite, fue el arqueólogo que encabezó las excavaciones de este yacimiento en 1903. Después se continuó a principios del siglo XX. En 1931 fue declarado Bien de Interés Cultural. Se cree que el poblado estuvo ocupado en el siglo V a.C. y que sobre el 200 a.C fue derribado. Hay claramente diferenciados dos núcleos, una muralla grande y un foso los rodean.

La ruta que te proponemos transcurre por la Vía Verde y recorre las antiguas estaciones donde nunca llegaron a parar trenes, un sendero pedregoso, un tramo de vía verde, poblados íberos y campos de olivos y viñas. Aunque tenéis muchas más alternativas. Para que os hagáis una idea, en la comarca del Matarraña hay más de 200 kilómetros de senderos habilitados para recorrerlos caminando y 109 kilómetros para hacer en bicicleta. La que te proponemos es una ruta circular de 47 kilómetros aproximadamente y fácil de realizar. Se parte desde Calaceite, hay que subir por la pista que lleva al Turó de San Cristóbal. Luego, 500 metros más al sur, llegamos al poblado íbero de San Antonio.

Después bajamos por campos de olivos y viñedos hasta llegar a una zona más pedregoza. Avanzamos entre campos hasta llegar cerca de Cretas. Desde aquí se accede a la vía Verde de Val de Zafán, que recorreremos durante 13 kilómetros. Y pasaremos por las antiguas estaciones de Cretas, Valderrobres y Torre del Compte. Dejamos la vía antes de llegar a Valdeltormo. Cruzamos por el puente el río Matarraña y caminamos durante 10 kilómetros cerca del río. Cerca de Valdetormo volvemos a cruzar el río para seguir por el Camino Natural del Matarraña-Algars. Llegamos al tramo final, 7 kilómetros de ligera subida hasta llegar a Calaceite.[/lightweight-accordion]