Es un templo majestuoso del siglo XVI, construido en mampostería y piedra sillar. Su estructura marcadamente vertical tiene tres naves cubiertas con bóvedas de crucería estrellada. La nave central de cinco tramos tiene capillas laterales entre los contrafuertes. La fachada de estilo renacentista presenta un pórtico abierto con tres arcos y arcadas laterales. La torre es de tres cuerpos, la base de planta cuadrada y los dos pisos superiores de planta octogonal. En el interior destaca la decoración con pinturas del siglo XVI.

La leyenda cuenta que en el siglo VIII una imagen de la virgen fue escondida entre unos arbustos. Años más tarde, en 1175 fue encontrada por unos pastores quienes la llevaron a la iglesia parroquial, la imagen desapareció de la iglesia y reapareció en el lugar donde había sido encontrada; nuevamente fue llevada a la iglesia y otra vez la imagen volvía a aparecer en el sitio del hallazgo, así se repitió durante varios días hasta que decidieron construir un templo en el lugar en donde la imagen aparecía reiteradamente. El primero fue construido en 1464 y en 1590 una casa de ermitaño, más tarde fue ampliada y convertida en hospedería.

El Santuario actual, de estilo barroco, fue construido sobre un asentamiento romano por esta razón el suelo del templo es de cristal y tiene iluminación interna para poder disfrutar de estos restos arquitectónicos. No dejes de visitarlo.

Es una construcción del siglo XVII ordenada por Miguel Palomar miembro de la Santa Inquisición, se encuentra junto al camino entre Alcalá de la Selva y la ermita de la Virgen de la Vega, para proteger de los elementos a un peirón. Fue construido en piedra sillar con cuatro arcos de medio punto y cubierta de teja en forma de cúpula con un casquete esférico. En su interior hay cuatro hornacinas.

Se encuentra sobre una cresta rocosa al noroeste del casco urbano de Alcalá de la Selva, construido en mampostería y sillería durante el siglo XIV sobre las ruinas de una edificación anterior de origen árabe. En la actualidad del castillo se conserva la torre del homenaje.

Se encuentra frente a la plaza de la iglesia. Es un palacete del siglo XVIII, de planta cuadrada y fachada de mampostería encalada con detalles en sillería. En la planta baja tiene una especie de lonja con tres arcos de medio punto y rejería en las ventanas de los pisos superiores.

En la entrada de Alcalá de la Selva se encuentra una enorme roca en lo alto de una loma que semeja la forma de un sapo que mira hacia el pueblo, se dice que era un animal fantástico que resguardaba a los habitantes del pueblo de seres temibles como las arpías, trasgos e hipogrifos. Los habitantes del pueblo se sentían tan protegidos que suplicaron a la criatura que no les abandonase nunca y el prometió no hacerlo, un buen día luego de su muerte apareció en el lugar donde ahora se encuentra.

De acuerdo a la leyenda si se toca tres veces esta roca bajo la luz de la luna llena tendrás buena salud, suerte, potencia sexual, dinero y amor. ¿Te atreverías a tocar la roca a la luz de la luna?

Además de la cercanía a Valdelinares y la posibilidad de disfrutar de deportes de invierno y jugar en la nieve, los alrededores de Alcalá de la Selva son el escenario ideal para salir de paseo andando, en bici o a caballo. Disfrutar de un picnic al aire libre, recorrer sus bosques, avistamiento de fauna y recolección de setas.