Caspe, la ciudad del Compromiso, se encuentra a las orillas del Embalse de Mequinenza o Mar de Aragón y en su territorio combina paisajes de ríos, estepa, monte, y bosque mediterráneo. Además de hermosas y conservadas edificaciones de estilo gótico, barroco, o claramente renacentistas, en Caspe puedes disfrutar de innumerables actividades acuáticas y al aire libre y visitar las pinturas rupestres patrimonio de la humanidad.

A unos 20 km de Caspe, entre los ríos Algars y Guadalope, encontraremos al pequeño y encantador pueblo de Maella. Su actividad económica se basa en la producción agrícola, en la que destaca la calidad y denominación de origen del melocotón de Calanda y el aceite de oliva. Entre los lugares, cuando visites Maella, están el castillo de Ariño y Almazan y varios monumentos de valor histórico como las iglesias de Santa María, San Esteban; la ermita de Santa Bárbara, la torre del reloj y la casa natal del artista escultor y pintor Pablo Gargallo.

En Chiprana no puedes perderte de visitar la Reserva Natural de las Lagunas Saladas de Chiprana, un complejo lagunar con una laguna central permanente de 31 hectáreas y otras más pequeñas, temporales.

Y si vas a Fayón, descubrirás que el antiguo pueblo fue inundado para la construcción del embalse de Ribarroja, porque en su territorio convergen los ríos Ebro y Matarraña; hoy es un remanso para el disfrute de deportes y actividades acuáticas.