Llega el calor y el sol y solo pensamos en escaparnos. Los destinos de playa son los preferidos por casi todos, pero espera!
Antes de decidirte a reservar en un hotel de la costa, ¿sabes todo lo que Huesca puede ofrecerte para pasar un verano diferente?
Pues hoy vas a saberlo porque en este post te lo vamos a contar todo. Quizás cuando acabes de leerlo pienses que un verano oscense es justo lo que necesitas.
En familia en el valle de Tena
Cada nuevo año el Valle de Tena sorprende con nuevas actividades organizadas únicamente para el disfrute de los visitantes. Porque… ¿sabías que es posible dormir en un iglú a 2000 metros de altitud sin cruzar nuestras fronteras?
Pues en el valle de Tena es posible. Pero además podrás visitar el Parque Faunístico de Lacuniacha, lanzarte en la doble tirolina más larga de Europa, recorrer las pasarelas del río Caldarés, probar la telecabina de Panticosa o disfrutar de las actividades náuticas en el Pantano de Lanuza.
¿Cómo te suena?
Senderismo en el valle de Zuriza
Desde Ansó y tras recorrer 20 kilómetros por una carretera de alta montaña, llegarás al Refugio de Linza.
Solo las vistas desde allí te dejarán sin respiración pero si buscas emociones más fuertes no dejes de practicar las rutas de trekking y senderismo que se organizan en la zona, darle caña al Trail running o coger la mountain bike para lanzarte por su escarpado terreno.
Recorrer la senda de Camille y ascender a algunos de sus picos es una opción para los practicantes avanzados, pero si no te ves en forma existen alternativas como la conocida Ruta de las Golondrinas.
Parar a reponer fuerzas en sus bordas y campings es garantía de que tendrás energía para todo el día!
Vuelve al pasado en Los Monegros
Si tu idea de los Monegros es un desierto asolado y aburrido, es momento de que descubras la otra cara de la moneda.
Monumentos de origen mudéjar que te enamorarán se mezclan con un paraíso ornitológico. ¿Quieres más?
Pues ponte las botas y atraviesa Piracés, Tramaced o Sodeta para acabar en el parque de aventura La Gabarda.
¿Qué te espera al llegar? De todo!!
Podrás volar entre los árboles pasando por puentes tibetanos, lanzándote por tirolinas de más de 120 metros de longitud, superar sus 10 pruebas y agarrarte fuerte a las lianas que te transportarán de copa en copa de su bosque.
Pero si eres más de tener los pies en el suelo, practica Paintball, compite en tiro con arco y sumérgete en las gymkhanas acuáticas!
Turismo gastronómico y enológico
En cualquier pueblo o ciudad de Huesca el buen comer está garantizado.
Por eso, si el turismo gastronómico es lo tuyo estás en el lugar ideal. Aprovechar las vacaciones de verano para descubrir platos típicos de otros lugares es una excusa excelente para viajar.
En esta tierra existen recetas tradicionales como las migas a la pastora, la sopa oscense o el cardo y la borraja. Pero nuestra gastronomía es tan diversa que alberga desde salmorejo a cordero a la pastora, las chiretas o las tortetas.
Después de comer no pueden faltar los dulces que en Huesca encontrarás en todas partes. Tanto que existe la conocida como ‘Ruta del Dulce’ en la que degustarás Trenzas de Almudévar, Glorias de Huesca, Coca de Nata o las típicas Castañas de Mazapán.
¿Se puede pedir más? Claro que sí!
Tenemos comida, tenemos postre… ¿y de beber? Vino!
El enoturismo es parte del patrimonio cultural de Huesca y, como tal, existen recorridos por bodegas en toda la provincia. Desde la Ruta del Vino Somontano hasta catas con vistas para mezclar la experiencia visual con el sabor inconfundible de nuestros caldos. Sin duda un viaje diferente dedicado al placer de los sentidos.
Relajación, cultura, placer, aventura… Huesca permite a los viajeros una experiencia completa sin salir de su territorio.
Ahora que has conocido un poco más de lo que puedes encontrar en tierra oscense, ¿no empiezas a pensar que la playa puede esperar?